El gris aporta un aspecto neutro y discreto que oculta las huellas de dedos y manchas. Además, resalta y potencia los contrastes que hayas decido incorporar en tu cocina. Es el telón de fondo perfecto para que puedas añadir pinceladas de color con animados azulejos o ese robot de cocina rojo que has estado mirando.
Hay muchas maneras de convertir un tono gris en la opción perfecta para tu cocina. Vamos a ver algunas de ellas.