Tjadlind Arends-Woller y su marido Ted Arends abrieron Kvik Leeuwarden en septiembre de 2020. Los dos juntos forman una máquina bien engrasada, con Tjadlind de cara al público encargándose de las ventas y Ted en la trastienda asegurándose de que las cocinas estén perfectamente instaladas.
Cansados de trabajar en el mundo empresarial, Tjadlind y Ted decidieron perseguir su viejo sueño: el de emprender algún día un negocio por su cuenta. Tjadlind no tenía experiencia como emprendedora y tampoco en el sector de la cocinas. Entonces, ¿cómo acabó dirigiendo una franquicia de Kvik? Le preguntamos cómo fue comenzar como mujer en un sector dominado por hombres durante el que sin duda fue un período difícil en el apogeo de la pandemia.